Cuando vamos al campo nos encanta mirar las plantas para ver si conocemos alguna. Ésta vez tuvimos suerte, y en las orillas de un río crecían cientos de ajetes, también llamados ajos tiernos, la parte de la planta que se come son los bulbos, y se utilizan en cocina para hacer revueltos, en tortilla, a la plancha…Están riquísimos. A mí lo que más me gusta es cómo huelen. Huelen a naturaleza.
¡ A Paula también le olían genial!