Ayudar en casa es estimulante para un niño. Se le permite acercarse al mundo de los adultos, y con ello a sentirse integrado en la vida familiar.
Debemos tener paciencia y dejar que colaboren en las tareas del hogar, a su ritmo.
Hace unos días Paula estuvo ayudando con la empanada. Le encanta la masa y sobre todo batir el huevo para luego extenderlo por encima, utilizando un pincel de silicona.
También le entusiasma amasar la masa de la pizza. Puede estar una hora entera amasando y luego pasando el rulo. Es un ejercicio estupendo para fortalecer las muñecas.
La pintura es otro de sus hobbies. Pasado el verano tocó repaso del distribuidor y escalera, y allí estaba ella dispuesta a pintar lo que fuese. (Menos mal que la pintura es blanca y no se notan en la pared los brochazos una vez seca la pintura, jajaja).
Debemos permitir a los niños el sentirse útiles en casa. Ésto los integra en la familia y en el cuidado del ambiente.
Si que es verdad que les encanta ayudar y bueno recuerdo cuando el año pasado nos toco pintar jejeje la de retoques que
tuvimos que dar ya que no era blanca la pintura y I tenia 3 años y medio jejeje.
Me gusta esta actividad os ha quedado estupenda.
Besitos
Gracias por los comentarios, es estupendo verlos involucrarse. Se sienten independientes y útiles; jaja, y lo bien que se lo pasan!!
Besos